En esta ocasión había una fiesta en la comunidad de Cepe, en conmemoración de la Virgen del Carme, que es la patrona de dicho pueblo. Emperatriz muy emocionada quería ir, porque quería vivir la experiencia de una fiesta playera, así que nos embarcamos en esta nueva aventura, donde disfrutamos de algunas cervezas, sol, arena, conversaciones a la orilla del mar mientras mirábamos el atardecer y reflexionábamos sobre la vida, además de obviamente visualizar las tradiciones de Cepe, la procesión de la Virgen, para terminar la noche bailando al ritmo de las mejores salsas, porque lo que Emperatriz no sabia era que en estas costas aragüeñas durante las fiestas solo escuchan salsa y tambor, y como no sabía bailar ninguna de las dos cosas decidió no meterse en la pista de baile, lo cual es gracioso, porque yo tampoco se bailar nada, nací con dos pies izquierdos. Sin embargo, estos meses en Chuao me han dado pie a no prestar atención al sentido de la vergüenza y sacar los pasos prohibidos. Al final del día como ellos mismo lo dicen, nadie foráneo a esas tierras tiene ese flow, ese sabor y ese ritmo al bailar, así que al menos para los turistas está valido no saber bailar perfectamente.

La verdad es que fue un fin de semana increíble, disfrutamos de la fiesta, de las platicas, de la playa. Y pude hacer que Emperatriz que detesta las cervezas se tomara unas 3, les dejo las pruebas acá con fotografías de una Empera borrachita, que terminó flechando a mas de un Cepeño, mi amiga rompiendo corazones desde tiempos inmemoriales.

En fin, fue una experiencia muy chévere, de esas anécdotas que atesoras, las historias que cuentas a tus hijos de la juventud. Teníamos muchísimo tiempo sin salir a una fiesta juntas, desde nuestra época universitaria en San Juan de los Morros, esto nos hizo recordar muchas cosas de aquellos días cuando éramos estudiantes. En fin, espero que disfruten de las bonitas fotografías, nos vemos en la siguiente publicación.