Grandes nubarrones cubrían el cielo mientras los rayos caían sobre la ciudad, alumbrando en la oscuridad. Había ocurrido una falla general en el servicio eléctrico que se había prolongado por varias horas.

Ernesto estaba atendiendo a los pacientes en el área de pediatría. Rezaba para que la planta eléctrica del hospital mantuviera en funcionamiento las incubadoras de dos bebes prematuras que apenas tenían unas horas de nacida. Era el médico responsable de esta área y aunque bastante joven había asumido con eficiencia esa responsabilidad.

"Era duro tener que ver a unos pequeños que apenas comenzaban a vivir, morir por una falla eléctrica. Estas se están haciendo muy frecuentes este año. Aumentos de temperatura, escasez de agua, aumento del nivel del mar y para colmo las guerras entre países. El panorama no se ve nada prometedor” pensaba Ernesto mientras se dirigía al área de retén.

―¡Como está Dr. Ernesto! ―lo saludó Carmen la enfermera joven y muy simpática encargada del retén. El cabello negro lo tenía recogido y sus grandes ojos verdes, la hacían ver hermosa en su blanco uniforme.

―¡Hola Carmen! ¿Cómo se portan estas bebitas?

―Yo creo que estas mujercitas son muy fuertes y van a salir muy pronto de aquí para estar junto a sus madres.

―Tienes razón, las mujeres son más fuertes que el hombre, esa es la ley de la naturaleza.

―Debería descansar un poco doctor. Le invito un café y espero que todavía este caliente,―le dijo Carmen con una sonrisa, a la que era imposible negarse.

Salieron y se dirigieron a la salita de descanso. Una luz muy tenue la alumbraba. Carmen se acercó a la cafetera y sirvió dos tazas de café con azúcar y colocó en el plato de Ernesto unas galletas que ella misma había hecho.

―Esto si me hacía falta y que ricas galletas. Gracias Carmen eres muy amable y además excelente enfermera.

―¡Gracias Doctor! Quiero ayudar a las personas que sufren y si son niños más todavía.

Un trueno muy fuerte interrumpió la aparente tranquilidad y grandes relámpagos iluminaron el hospital. Los vidrios de las ventanas se partieron y Ernesto y Carmen se tiraron al piso.

―¡Dios mío que tormenta tan horrible! ―Carmen estaba muy asustada.

―Vamos a salir de aquí, tenemos que ir a ver a las bebés, ―le grito Ernesto para hacerse oír.

Corrieron por el pasillo hacia el retén, pero no lo encontraron. La puerta no estaba donde debería estar. El lugar había cambiado. Ya no estaban en el hospital, o eso parecía. Al final del pasillo había una puerta por donde se veía una luz.

Ernesto y Carmen se fueron acercando poco a poco y al abrir la puerta salieron a un campo de trigo seco. Mariposas blancas revoloteaban comiéndose las hojas. En el suelo unos gusanos negros abrían orificios por donde entraban y salían. El calor era muy fuerte y todo estaba seco.

―¿Qué es este lugar? ¿Dónde estamos? ¿Y qué pasó con la ciudad? ―fueron las preguntas que se hizo Ernesto.

Carmen estaba muda de la impresión, su mente no podía asimilar lo que estaba pasando. Será que esto es un sueño, pensó.

―¡Mira! allá hay una casa y me pareció ver a una persona. ―Vamos le dijo Ernesto a Carmen.

fuente

Caminaron rápidamente, el sol quemaba la piel, al acercarse se dieron cuenta que era un espantapájaros el que habían confundido con un hombre. Entraron a la casa y estaba muy fría con las ventanas llenas de escarcha. Miraron a su alrededor y lo único que les llamo la atención fue un libro muy grande sobre una mesa. Al abrirlo las paginas se convirtieron en polvo. Solo quedó la carátula “Historia de la guerra por el clima”

―Que título tan raro, esto me da escalofríos.

―A mi también Carmen, ¿Qué guerra será esta? Vamos, tenemos que saber que está pasando.

Al salir por la puerta trasera se encontraron con un mundo muy diferente al anterior. Era frío, congelado, solo grandes masas de hielo y no se veía vida por los alrededores.

―¿Y ahora qué hacemos? ―preguntó Carmen.

―Tenemos dos alternativas: regresamos a buscar el hospital o seguimos adelante, quizás consigamos alguna persona que nos ayude a aclarar este misterio, le dijo Ernesto

―Pero hace mucho frío, nos vamos a congelar. ¿Por qué no vemos si en la casa encontramos algunos abrigos o mantas para abrigarnos?

Entraron de nuevo a la casa y comenzaron a buscar en las habitaciones. En una de ellas estaba un baúl en un rincón. Al abrirlo encontraron ropa muy vieja, unos documentos y unas fotografías de lo que parecía una familia. En una de ellas estaba un hombre, una mujer y dos niños, uno como de doce años y una niña pelirroja más pequeña que miraba fijamente a la cámara. Había otras fotos, pero solo de la niña ya más grande como de quince años y otra ya de una mujer como de veinte años. En todas mirando fijamente a la cámara.

―Mira esto Ernesto, son unas cartas. ―Carmen comenzó a leerlas, hablaban de una guerra que se inició hace diez años. ―Que coincidencia dijo Carmen la fecha de la carta es la misma que la de hoy, pero en el año 2062, es decir cuarenta años en el futuro y por lo que leo parece que la niña de la fotografía tuvo algo que ver, aquí dice Y cuando ella, la de cabellos color de fuego, asumió el poder, la guerra no tuvo final, los dos mundos se enfrentaron y los que sobrevivimos fuimos desterrados a sobrevivir bajo tierra.

―Creo que debemos volver Ernesto, no continuemos este viaje, aquí no vamos a encontrar respuestas.

―Tienes razón Carmen, creo que hay algo importante que debemos hacer y es proteger a las bebitas que están en el hospital.

Al regresar al edificio y abrir la puerta del hospital, todo estaba como antes y la tormenta había terminado. La luz había sido reestablecida. Ernesto y Carmen corrieron por el pasillo y abrieron la puerta del retén. Lo que encontraron allí les ocasionó mucha tristeza, una de las bebés había muerto. La otra milagrosamente había sobrevivido. Carmen y Ernesto no le cuentan a nadie de su experiencia porque por supuesto no le iban a creer y aún ellos no pueden explicarlo.

A los dos días de la gran tormenta, Ernesto se dirige al retén para visitar a sus pequeños pacientes y encuentra a Carmen con la bebé en brazos.

―Hola Carmen, bueno ya podemos llevar a esta hermosa bebé con su madre.

―Ven a ver esto Ernesto. Al acercarse a mirar a la bebé se da cuenta que tiene la misma mirada de la niña de la fotografía y unos delicados cabellos rojizos comienzan a salir en su cabeza.

―¿Y ahora qué hacemos? ―le pregunta Carmen. ―Esta es la niña de la fotografía, lo se y ella va a ser la responsable de la guerra en el futuro.

―No lo sabemos con certeza Carmen, todo fue muy extraño. Pero si hay algo que podemos hacer... vigilarla, seguir sus pasos, con la esperanza de cambiar su destino y el de nuestro planeta.

Muchas gracias por leer

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ENGLISH

Large storm clouds filled the sky as lightning struck the city, illuminating the darkness. There had been a general power failure that had lasted for several hours.

Ernesto was attending to patients in the pediatric area. He was praying that the hospital's electrical plant would keep the incubators of two premature babies who were only a few hours old working. He was the doctor in charge of this area and although quite young he had efficiently assumed that responsibility.

"It was hard to have to see little ones who were just beginning to live, die from an electrical failure. These were becoming very frequent this year. Temperature increases, water shortages, rising sea levels and to top it all off, wars between countries. The outlook did not look promising" thought Ernesto as he made his way to the checkpoint area.

How are you, Dr. Ernesto? Carmen, the young and very nice nurse in charge of the checkpoint, greeted him. With her black hair tied back and her big green eyes, she looked beautiful.

“¡Hi Carmen! How are these little babies behaving?”

"I think these little women are very strong and they are going to leave here very soon to be with their mothers."

"You are right!, women are stronger than men, that is the law of nature."

"You should rest a little, doctor. I'll buy you a coffee and I hope it's still hot", Carmen told him with a smile that was impossible to refuse.

They went out and went to the rest room. A very dim light illuminated it. Carmen approached the coffee pot and poured two cups of coffee with sugar and placed on Ernesto's plate some cookies she had made herself.

"This is what I needed and what delicious cookies. Thank you Carmen, you are very kind and an excellent nurse."

"Thank you Doctor! I want to help people who are suffering and if they are children even more."

A loud clap of thunder interrupted the apparent tranquility and large flashes of lightning illuminated the hospital. The windows shattered and Ernesto and Carmen threw themselves to the floor.

"My God, what a horrible storm!" Carmen was very scared.

"Let's get out of here, we have to go see the babies," Ernesto shouted to make himself heard.

They ran down the hallway towards the checkpoint, but they couldn't find it. The door was not where it should be.
The place had changed. They were no longer in the hospital, or so it seemed. At the end of the corridor there was a door through which they could see a light.

Ernesto and Carmen slowly approached it and when they opened the door they stepped out into a dry wheat field. White butterflies fluttered around eating the leaves. On the ground, black worms were opening holes through which they entered and exited. The heat was very strong and everything was dry.

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"What is this place? ¿where are we? and what happened to the city? were the questions" Ernesto asked himself.

Carmen was speechless with shock, her mind could not assimilate what was happening. Maybe this is a dream, she thought.

"Look over there is a house and I thought I saw a person. Let's go", Ernesto said to Carmen.

They walked quickly, the sun was burning their skin, as they got closer they realized it was a scarecrow that they mistook for a man. They entered the house and it was very cold with the windows full of frost. They looked around and the only thing that caught their attention was a very large book on a table. When they opened it the pages turned to dust. Only the cover remained "History of the war for the climate".

"What a strange title, this gives me the creeps."

"Me too Carmen, what war is this going to be? Come on, we have to know what is going on."

When they went out the back door they found a world very different from the previous one. It was cold, frozen, just big masses of ice and no life around.

"What do we do now?" Carmen asked.

"We have two alternatives: we go back to look for the hospital or we keep going, maybe we can find someone to help us solve this mystery", Ernesto told her.

"But it is very cold, we are going to freeze, why don't we see if we can find some coats or blankets in the house to keep us warm?"

They went back into the house and began to search the rooms. In one of them there was a trunk in a corner. When they opened it they found some very old clothes, some documents and some photographs of what looked like a family. In one of them there was a man, a woman and two children, one about twelve years old and a red-haired girl about six years old who was staring at the camera. There were other photos, but only of the older girl about fifteen years old and another one of a woman about twenty years old. All of them staring at the camera.

"Look at these Ernesto, they are letters". Carmen began to read them, they spoke of a war that began in this world ten years ago. "What a coincidence" said Carmen "the date of the letter is the same as today, but in the year 2062, that is forty years in the future and from what I read it seems that the girl in the photograph had something to do here it says And when she, the one with fire-colored hair, assumed power, the war had no end, the two worlds clashed and those of us who survived were banished to survive underground.

"I think we should go back Ernesto, let's not continue this journey, we are not going to find answers here.

"You are right Carmen, I think there is something important we must do and that is to protect the babies that are in the hospital."

When we returned to the building and opened the hospital door, everything was as before and the storm was over. The power had been restored. Ernesto and Carmen ran down the hallway and opened the door to the guardhouse. What they found there caused them much sadness, one of the babies had died. The other had miraculously survived. Carmen and Ernesto did not tell anyone about their experience because of course they would not believe them and they still cannot explain it.

Two days after the big storm, Ernesto goes to the hospital to visit his little patients and finds Carmen with the baby in her arms.

"¡Hello Carmen!, well now we can take this beautiful baby to her mother."

"¡Come take a look at this Ernesto!" As he approaches to look at the baby he realizes that she has the same look as the girl in the photograph and delicate reddish hairs begin to sprout on her head.

"What do we do now?" Carmen asks. This is the girl in the picture, I feel it and she will be responsible for the war.

"We do not know for sure Carmen, everything was very strange. But there is something we can do and that is to watch her, to follow her steps, hoping to change her destiny and that of our planet."

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La imagen de la presentación la realicé en Canva con fotografías libres de uso/La imagen de la presentación fue realizada en Canva con fotografías de uso libre.