Ven y cuéntame tu historia
escucharé pacientemente hasta que cuentes cuando me conociste,
quiero recordar que hice todo lo que dijiste,
quiero marearme con tus cuentos como en una noria.

Quiero saber qué me hizo especial.
Saber más de ti y de las cosas que nunca me has querido contar
de los misterios que guardas en el erial
tras tu sonrisa encantadora que me grita que hay cosas que celebrar.

Siéntate a mi lado y mírame a los ojos, por favor,
sírvete una copa y brindemos por lo bonito que ha pasado,
pon la música elegante que siempre te ha gustado
y dime sin titubeos cómo es que estamos despidiendo este amor.

No me opondré, no depende de mi,
se necesitan dos para echar a andar una relación,
no temas, puedo cerrar este capítulo de desilusión,
además no es tu trabajo hacerme feliz.

Seré todo oídos, quiero irme liberado de culpas
nadie carga solo el peso de algo que es de dos y no resulta,
y ya que no hay vuelta atrás, quiero saber en dónde perdí la ruta
porque si me vuelvo a enamorar, debo poder abrir las esclusas.

Ven y sonríeme, al menos despídete con afecto,
despreocúpate corazón, no te pediré ser amigos,
cada quien tomara su rumbo y escogerá su destino
y si hay consecuencias, tendremos que cargar con los efectos.

Fue un placer amarte de la mejor forma en que pude hacerlo,
fue magia pura sentirme amado como supiste amarme
es más que obvio que voy a extrañarte.
Me olvidarás, te olvidaré y al final no nos unirá ni el recuerdo.

Adiós,
te dije la palabra para la que nunca me preparaste.
Adiós,
pero todo lo que comienza, alguna vez tiene que acabarse.