“Las verdaderas historias de amor no tienen final”.
(Richard Bach)
Como todas las tardes, Kimberly caminaba por la orilla de la playa. Detrás de ella su fiel compañero, un cocker spaniel americano de pelaje marrón, custodiando sus pasos. Día a día recordaba aquello que no pudo ser, esos ojos azules que le atormentaban y una leve sonrisa aparecía en su rostro. ¿Qué habrá sido de su vida? ¿Pensará en mí? Sé que algún día regresaré y caminaré por esas calles que tanto amé. A su lado, riéndonos sin hablar.
La voz la sacó de su momento de abstracción. Era su amigo y editor Carlos, a quien le debía tanto. Él fue el único que había creído en ella y publicado sus libros. Todo lo que era fue gracias a él, aun cuando él dijera que no era así, que ella tenía talento.
Su larga cabellera negra se movía con el viento y con él los recuerdos. Su único amor, le había salvado la vida y la hizo famosa. Hoy su libro era un Bestseller, “Te amaré eternamente”. De todos sus libros, este era el más querido, ahí plasmo sus días felices de juventud.
Seguirá amando esos ojos azules mientras tenga vida.
El destino, si, el destino fue muy cruel con Kimberly. Quizás no tuvo el valor ni tiempo para decirle que lo amaba. A veces se cree que las palabras no hacen falta, que está tácito y sobreentendido, pero no es así, hay que decirlo. Para ella fue demasiado tarde. Joel es su eterno amor, y no se lo dijo. Algún día quizás lea sus libros, solo así conozca toda la historia.
La madre de Kimberly fue una mujer enferma, la atendió día y noche, iba al liceo, y tenía que cuidar también de su hermanita Karen. No tuvo tiempo de charlas ni enamoramientos. Todo eso cambió cuando vio esos ojos azules que le miraban a través de las rejas y en ese instante entendió que era para toda la vida. Fue culpable el tempo, el tráfico de esa tarde, el llanto de hambre de su hermanita, entre otras cosas que no quiso volver a recordar. Todo se interpuso para que ella no llegara a la cita. Cuando se dispuso a salir, su madre tuvo una crisis y horas después falleció.
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Joel, su amor eterno, nunca más lo volvió a ver. Todo fue tan rápido, y cuando llegó su tía Caridad, se refugió en sus brazos. Fue ella quien les brindó apoyo. Su hermanita Karen se graduó y casó. Se quedó sola con su tía Caridad.
Caridad nunca se enamoró, era misionera hasta que le avisaron de la muerte de su hermana y cambió sus vida por sus sobrinas. Ellas fueron sus hijas a partir de ese día. Las historias de su vida en el Kongo la dejaron impactada. Las escribió en su cuaderno de notas, y Caridad las encontró entre sus tesoros por casualidad y se incentivó a publicarlas.
“Regresa Kimbely por favor, aterriza” le dice Carlos. “Te tengo una excelente noticia. La famosa librería Las Novedades te invitan a firmar mañana en la población de Cannon Beach, Oregon.”
¡¿Qué!? Exclamó Kimberly. Ahí comenzó su historia.
De repente se puso muy nerviosa. Volver a ver esos lugares amados donde conoció a Joel. Sus caminatas a la orilla de la playa, y los bellos atardeceres en la plaza dándoles comida a las palomas.
Mientras recogía las dos copas de vino, rara costumbre ya que siempre estaba sola porque no soportaba a nadie a su lado, miró al horizonte. Respondió pausadamente, “Carlos, diles que sí, que nos esperen mañana a la hora pautada.”
Tantas noches de insomnio, soñando con regresar pero sin valor para revivir tantos recuerdos; la plaza, las palomas y atardeceres frente al mar. ¿Cuánto tiempo vivirá una paloma? ¿Alguna de ellas me recordará?
Carlos la llamó a gritos: “Llamando a Kimberly a la tierra, es la hora de partir”.
Despierta de su ensoñación y vuelve a la realidad. Desde niña es así, se va por largo rato y cuando regresa se siente fortalecida para enfrentar la vida. Todo lo que le pasa, dice su psicoanalista, es culpa de la soledad y la carencia de amor.
El aire salino impregnó el ambiente, recorrió las calles con ansiedad buscando un rostro y ojos azules como el mar. Mientras daba de comer a las palomas, se sintió perdida y a punto de un colapso nervioso. Pero ahí estaba Carlos, su amigo, compañero y soporte durante sus tempestades. ¿Eso es amor? Se preguntaba todas las noches.
Una larga fila espera por ella. De repente percibió un olor conocido, el ser amado está cerca y lo percibe. Alzó su mirada y vió ahí sus ojos azules, del cielo y del mar.
“¿Me podrás firmar el libro para mi hija?” le dijo sonriente. “Yo también te amaré eternamente, a través del tiempo y el espacio. En esta y mi otras vidas te lo prometo, Kimberly.”
Las lágrimas intentaron salir, y no lo hicieron, sin alzar la mirada por miedo, escribió:
Para Joel con amor de Kimberly, TE AMARÉ ETERNAMENTE.
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El amor nunca está sobrentendido, hay que decirlo con palabras. Se necesita un “te amo”, un “te quiero”, “me haces falta” “eres especial” para llenar el vacío del alma. Además el tiempo no espera por nadie, y la vida muchas veces nos lleva por situaciones inexplicables.
Si tienes que decir te quiero o te amo, hazlo, porque después puede ser demasiado tarde. Como dice Ricardo Arjona: “Pensé que era importante que supieras que te quiero y nada más”.
Namasté, gracias por visitar mi Blog.
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[ENG]
"True love stories have no end."
(Richard Bach)
Like every afternoon, Kimberly walked along the shore of the beach. Behind her her faithful companion, a brown-coated American cocker spaniel, guarding her steps. Day by day she remembered what could not be, those blue eyes that haunted her and a faint smile appeared on her face. What will have become of her life? Will she think of me? I know that someday I will return and walk those streets I loved so much. At her side, laughing without speaking.
The voice brought her out of her moment of abstraction. It was her friend and editor Carlos, to whom she owed so much. He was the only one who had believed in her and published her books. Everything she was was because of him, even if he said she wasn't, that she had talent.
Her long black hair moved with the wind and with it the memories. Her only love, he had saved her life and made her famous. Today her book was a Bestseller, "I will love you eternally". Of all her books, this was the most beloved, where she captured her happy days of youth.
She will continue to love those blue eyes as long as she lives.
Fate, yes, fate was very cruel to Kimberly. Perhaps she didn't have the courage or time to tell him she loved him. Sometimes you think that words are not necessary, that it is unspoken and over understood, but it is not so, it must be said. For her it was too late. Joel is her eternal love, and she didn't tell him. Someday maybe she'll read his books, only then will she know the whole story.
Kimberly's mother was a sick woman, she took care of her day and night, she went to high school, and she had to take care of her little sister Karen as well. She had no time for small talk or crushes. All that changed when she saw those blue eyes looking at her through the bars and in that instant she understood that it was for life. She was guilty of the weather, the traffic that afternoon, the hungry cry of her little sister, among other things that she did not want to remember again. Everything got in the way of her not making the appointment. As she prepared to leave, her mother had a seizure and hours later passed away.
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Joel, his eternal love, never saw him again. It all went so fast, and when his aunt Charity arrived, he took refuge in her arms. She was the one who supported them. His little sister Karen graduated and got married. She was left alone with her aunt Caridad.
Caridad never fell in love, she was a missionary until she was told of her sister's death and changed her life for her nieces. They were her daughters from that day on. The stories of her life in the Kongo left her shocked. She wrote them down in her notebook, and Caridad found them among her treasures by chance and was encouraged to publish them.
"Come back Kimbely please, land" Carlos tells her. "I have excellent news for you. The famous Las Novedades bookstore is inviting you to sign tomorrow in the town of Cannon Beach, Oregon."
What! Kimberly exclaimed. That's when her story began.
She suddenly became very nervous. To see again those beloved places where she met Joel. Their walks along the beach, and the beautiful sunsets in the plaza feeding the pigeons.
As she picked up the two glasses of wine, a rare habit since she was always alone because she couldn't stand anyone by her side, she looked at the horizon. She answered slowly, "Carlos, tell them yes, to expect us tomorrow at the appointed time."
So many sleepless nights, dreaming of returning but without the courage to relive so many memories; the square, the pigeons and sunsets in front of the sea. How long will a pigeon live? Will one of them remember me?
Carlos called out to her: "Calling Kimberly to earth, it's time to go".
She wakes up from her reverie and returns to reality. She has been like this since she was a child, she goes away for a long time and when she returns she feels strengthened to face life. Everything that happens to her, says her psychoanalyst, is the fault of loneliness and lack of love.
The salty air permeated the atmosphere, she walked the streets anxiously looking for a face and eyes as blue as the sea. As she fed the pigeons, she felt lost and on the verge of a nervous breakdown. But there was Carlos, her friend, companion and support during her storms. Is that love? she wondered every night.
A long line waited for her. Suddenly she smelled a familiar scent, the loved one is near and she senses it. She lifted her gaze and saw there his blue eyes, of the sky and the sea.
"Will you be able to sign the book for my daughter?" he said smiling. "I too will love you eternally, through time and space. In this and my other lives I promise you, Kimberly."
The tears tried to come, and didn't, without looking up out of fear, she wrote:
To Joel with love from Kimberly, I WILL LOVE YOU ETERNALLY.
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Love never goes without saying, it has to be said in words. It takes a "I love you", "I want you", "I miss you", "You are special" to fill the emptiness of the soul. Besides, time waits for no one, and life often takes us through inexplicable situations.
If you have to say I love you or I love you, do it, because later it may be too late. As Ricardo Arjona says: "I thought it was important for you to know that I love you and nothing else".
Namaste, thank you for visiting my Blog.
Las imágenes fueron tomadas desde pixabay. Les dejo el link de la primera para su reconocimiento;