Gerardo mira fijamente la rueda de la fortuna en la pantalla de su computadora, va dando círculos rápidos hasta detenerse en el premio… ganaste 10 tickets gratis. Piensa “La próxima será. Yo sé que me voy a ganar el premio mayor” y sigue intentándolo todos los días con la esperanza de que su sueño se haga realidad.
Mientras eso pasa continua su vida normal de una persona en la ciudad, en la mañana se levanta a las seis de la mañana. Su esposa que se ha levantado a las cinco, ya tiene listo el desayuno y va despertando a sus dos hijos para llevarlos a la escuela. Él es un hombre de cincuenta años que trabaja en una empresa de telecomunicaciones, como supervisor del área de mantenimiento de los equipos. Sale a su trabajo, toma el metro que los deja a una cuadra del edificio donde está la empresa. Llega temprano, casi siempre es el primero y se va a su oficina a revisar la programación.
En la computadora va revisando los equipos que necesitan reparaciones o solo mantenimiento. Para el día de hoy está programado actualizaciones de algunos programas. Se siente a trabajar, pero no deja de pensar en todo lo que tiene que pagar, en el apartamento, las necesidades de los niños, los gastos médicos de su esposa que sufre de diabetes y así van pasando las horas. Hasta ahora ha podido cumplir con los compromisos, pero tiene deudas por juego que son altas.
El gerente de la empresa lo llama a su oficina para conversar algo muy importante. Cuando llega lo saluda y le pide que se siente. Allí le informa que tienen un problema grave, alguien está hackeando algunas de las cuentas que manejan los recursos y han detectado algunos gastos que no se han programado y le pide que lo ayude a investigar que está sucediendo. Para concluir le dice "Sé que eres una persona de confianza y has trabajado muchos años en la empresa y conoces muy bien nuestro sistema." Gerardo le responde que hará todo lo posible por averiguar que está sucediendo.
Cuando sale de la reunión se va a su oficina, está muy nervioso. Se sienta en su escritorio a pensar la estrategia que debe tomar, considerando que su jefe ha puesto su confianza en él, pero tiene que tener cuidado con lo que haga de ahora en adelante. Cuando sale a su hora de almuerzo llama a su amigo Luis y le dice que necesita hablar con él y que se reúnan en el lugar de siempre.
—Hola Luis como has estado. Tenemos un problema muy grave. Han detectado que hackeamos algunas cuentas de la empresa y me han pedido que investigue. ¿Y ahora qué hacemos?
—No te preocupes tanto Gerardo que es difícil para no decir imposible que sepan quien lo está haciendo, yo creo que deberíamos dejarlo hasta acá, pero… hacemos una última operación por un monto mayor.
—Estás loco Luis, eso sería demasiado riesgo.
—No te sigas preocupando de eso que yo me encargo, acuérdate de tu familia que necesita de ese dinero y para que puedas pagar tus deudas de juego. Y te recomiendo algo amigo, haz un esfuerzo por dejar ese vicio.
Como siempre Gerardo se deja llevar por lo que Luis le dice, sin pensar en las consecuencias de este error. Cuando llega a la oficina lo están esperando, el gerente de la empresa y el jefe de seguridad. Gerardo presiente que no es para nada bueno, pero sigue haciendo su papel de empleado responsable.
—Como estuvo el almuerzo Gerardo, le dice el Gerente.
—Estuvo bien, muchas gracias.
—Y estuvo acompañado de una persona
—Sí, es un amigo de hace muchos años, —le responde Gerardo con la voz un poco quebrada.
—Es una lástima que usted haya cometido ese delito contra la empresa donde ha trabajado durante tantos años. Ya sabemos que eres el responsable de haber sacado fondos de las cuentas de la empresa. Y tenemos pruebas de eso. Ya sospechábamos de usted, solo queríamos estar seguro.
Gerardo no sabe que decir, se ha quedado mudo de la vergüenza. Lo único que piensa es en su familia que ha dejado desamparada.
—Ya la policía está por llegar, el jefe de seguridad lo acompañará a su oficina donde solo sacará sus artículos personales.
Cuando llegan a la oficina, suena una alarma en su teléfono. Es el momento de jugar a la rueda de la fortuna, es su última oportunidad. Le dice al jefe de seguridad que va a llamar a su familia y rápidamente gira la rueda. El jefe de seguridad lo apura diciéndole que ya lo están esperando afuera. Gerardo se queda mirando la pantalla de su teléfono, donde la rueda se ha detenido... en el premio mayor.
La suerte es impredecible y a veces llega en el momento en que menos lo esperamos.
ENGLISH
Gerardo stares at the wheel of fortune on his computer screen, it goes in rapid circles until it stops on the prize...you won 10 free tickets. He thinks "Next time. I know I'm going to win the jackpot" and he keeps trying every day in the hope that his dream will come true.
While that happens he continues his normal life of a person in the city, in the morning he gets up at six o'clock in the morning. His wife, who got up at five o'clock, has breakfast ready and is waking up his two children to take them to school. He is a man in his fifties who works in a telecommunications company as a supervisor in the equipment maintenance area. He leaves for work, takes the subway that leaves them a block away from the building where the company is located. He arrives early, almost always the first one, and goes to his office to check the programming.
On the computer he checks the equipment that needs repairs or just maintenance. Today he has scheduled updates for some programs. He sits down to work, but he can't stop thinking about everything he has to pay for, the apartment, the children's needs, the medical expenses of his wife who suffers from diabetes, and so the hours go by. So far he has been able to meet his commitments, but his gambling debts are high.
The company manager calls you into his office to discuss something very important. When he arrives, he greets him and asks him to sit down. There he informs him that they have a serious problem, someone is hacking some of the accounts that manage the resources and they have detected some expenses that have not been programmed and asks him to help him investigate what is happening. To conclude he tells him "I know you are a trustworthy person and you have worked many years in the company and you know our system very well." Gerardo replies that he will do his best to find out what is going on.
When he leaves the meeting he goes to his office, he is very nervous. He sits at his desk thinking about the strategy he should take, considering that his boss has put his trust in him, but he has to be careful about what he does from now on. When he goes out for his lunch break he calls his friend Luis and tells him he needs to talk to and if they can meet where they always do at the cafeteria downtown.
Hello Luis how have you been. We have a very serious problem. They have detected that some company accounts have been hacked and they have asked me to investigate. What do we do now?
Don't worry so much Gerardo, it is difficult not to say impossible for them to know who is doing it, I think we should leave it up to here, but... we do one last operation for a larger amount.
You are crazy Luis, that would be too much of a risk.
Don't keep worrying about that, I'll take care of it, remember your family who needs that money and so you can pay your gambling debts. And I recommend you something, my friend, make an effort to quit that vice.
As always, Gerardo lets himself be carried away by what Luis tells him, without thinking about the consequences of this mistake.
When he arrives at the office, the company manager and the head of security are waiting for him. Gerardo senses that he is up to no good, but continues to play his role as a responsible employee.
How was lunch, Gerardo," says the manager.
It was good, thank you very much.
And he had company.
Yes, he is a friend from many years ago, Gerardo replies with a slightly broken voice.
It is a pity that you have committed this crime against the company where you have worked for so many years. We already know that you are responsible for having taken funds from the company's accounts. And we have proof of that.
Gerardo doesn't know what to say, he is speechless with shame. All he can think about is his family that he has left stranded.
The police are about to arrive, the head of security accompanies him to his office where he only takes out his personal items.
When they arrive at the office, an alarm rings on their phone. It's time to play the wheel of fortune, it's your last chance. He tells the head of security that he is going to call his family and quickly spins the wheel. The security chief hurries him by telling him that they are already waiting for him outside. Gerardo stares at the screen of his phone, where the wheel has stopped... on the jackpot.
Luck is unpredictable and sometimes it comes when we least expect it.
La imagen de la presentación y los separadores los realicé en Canva/The image of the presentation and the dividers were made in Canva.
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