Toby el tiburón estaba aburrido,
paseaba por el mar,
para ver con qué jugar.

Se encontró con las ruinas de un tren,
bajo las corrientes marinas,
decidió volar un papayo a ver que sucedía.

Notó que aunque no hubiera brisa,
las corrientes marinas igual lo elevaban,
y como en mis cuentos todo es magia,
la imaginación te contagia.

Este hermoso tiburón bebé,
se sienta sobre el tren,
vuela, vuela papagayo, como puedes ver,
sueña con algún día tener pies.

Con grandes burbujitas,
él juega sin ninguna prisa,
pasa horas y horas jugando,
y cuando llegue a casa estará soñando,
todo lo hermoso que le sucedió en el día,
que le produjo tanta alegría.